El crecimiento del tráfico de pasta de papel se mantiene desde el 2007.

La pasta de papel llega al puerto principalmente desde Sudamérica y de países del norte de Europa.

En los últimos años se ha diversificado el tráfico hacia las bobinas de papel y otros productos forestales como tablones de madera.

Las características de los almacenes (a pie de muelle) y el calado de los muelles adyacentes, facilitan que el puerto sea la primera parada de transporte transoceánico y un punto desde dónde distribuir a otros puertos del Mediterráneo así como al hinterland ibérico y francés, ya sea por carretera o ferrocarril.

Como toda mercancía, la manipulación de la pasta de papel requiere unas condiciones especiales de tratamiento a nivel de operativa que, en este caso concreto, se dan y potencian en nuestro puerto.

En el Muelle de Cantabria cuentan con un gran espacio de almacenamiento cubierto y destinado en su totalidad a la pasta de papel y a las bobinas de papel y grúas especializadas para manipular este tipo de mercancía.

Las naves se ubican junto en un muelle de 16,5 m de calado y más de 400m de longitud, que permite la operativa de barcos de grandes dimensiones.

Adicionalmente, las terminales cuentan con acceso ferroviario directo, facilitando el transporte ferroviario hacia el hinterland.